martes, 6 de junio de 2017

HERRAMIENTAS PARA LA EVALUACIÓN EN LA EDUCACIÓN BÁSICA

LA COMUNICACIÓN DE LOS LOGROS DE APRENDIZAJE DE LOS ALUMNOS DESDE EL ENFOQUE FORMATIVO





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APRENDER A COMUNICAR Y COMUNICAR PARA APRENDER


Al comunicar los logros de aprendizaje desde el enfoque formativo se busca propiciar que todos los alumnos mejoren sus aprendizajes, tanto los que alcanzaron los aprendizajes esperados como quienes no los han logrado. 


La comunicación implica llevar a cabo un diálogo en un ambiente de confianza que propicie el intercambio de ideas, experiencias y dudas entre el docente y el alumno, el docente y la familia, y el docente y sus colegas. 

El contenido de esta comunicación se determina por la retroalimentación que genera el docente a partir de la valoración de los logros de aprendizaje de sus alumnos.

Por retroalimentación se entiende aquella información que
contiene los juicios de valor sobre el aprendizaje del alumno, la
explicitación de la brecha existente entre el aprendizaje esperado y el logrado.

O bien sobre el logro del aprendizaje y las orientaciones que permitirán al alumno mejorar sus aprendizajes.

La retroalimentación sirve de base para llevar a cabo la comunicación con alumnos, madres, padres de familia o tutores y con los colegas docentes, entre ellos destacan los siguientes:

La retroalimentación abarca desde los conocimientos de los alumnos, sus procesos de aprendizaje, su autoestima y su motivación hasta sus acciones futuras. 

La retroalimentación debe buscar establecer una conversación que permita comprender al otro y propiciar el
intercambio y el contraste de puntos de vista.

Este intercambio debe permitir indagar y esclarecer las causas de los logros o las dificultades de aprendizaje del alumno, construir un consenso al respecto para poder orientar el mejoramiento del aprendizaje, y establecer compromisos
con los alumnos.

Esto significa que cualquier retroalimentación que se proporcione tendrá un impacto, y según el contenido y la forma en que se brinde, éste puede ser positivo o negativo en los alumnos.

Cada evaluación debe incluir la comunicación de los  logros de aprendizaje y, por tanto, la retroalimentación.

Sólo si esta comunicación se convierte en una acción sistemática, los alumnos podrán integrarla a su proceso de aprendizaje. 

En consecuencia, es necesario que en las evaluaciones inicial, del proceso y final, así como en las coevaluaciones y autoevaluaciones, se brinde un espacio para retroalimentar el aprendizaje de los alumnos.

La retroalimentación se hace sobre lo que ya sucedió; sin embargo, debe establecerse un puente entre lo logrado y lo que debe efectuarse para mejorarlo en el futuro inmediato.



Cuando el alumno comprende que la retroalimentación favorece el análisis de sus resultados y cómo puede mejorarlos, permite que se establezca un diálogo con él, es decir, que se le considere un actor activo y no sólo un receptor de información.














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